Para mí la cocina es más que un hobbie, es una pasión...y desde hace años disfruto de ella y se ha convertido en un afán de descubrir sabores, recetas y técnicas diferentes.
Esta receta debería ser básica para todos los amantes del queso. Es fácil y deliciosa, y es perfecta para esas noches de fútbol o aperitivos con amigos en casa. El truco está en utilizar un provolone de calidad y dejarlo hornear tranquilamente para que se funda bien.
Hay muchísimas recetas de provoletta al horno por la red pero de todas las que he probado me quedo con esta, la más rica y jugosa de todas.
Ingredientes:
- 1 diente de ajo.
- 2 tomates medianos.
- 1 rodaja de queso provolone.
- 1 cucharada de orégano.
- Sal y pimienta negra.
Elaboración:
Precalentar el horno con la función arriba/abajo y aire a 200º.
Cortamos y pelamos el diente de ajo y frotamos con él la cazuela de barro que vayamos a utilizar para que se impregne de olor.
Uno de los dos tomates lo pelamos y cortamos en rodajas, el otro después de pelarlo, le quitaremos las semillas y los haremos dados pequeños. Salpimentaremos ambos tomates al gusto, y cubriremos el fondo de la cazuela con el tomate a rodajas, espolvoreamos el orégano por encima, y colocaremos enciima la rodaja de provolone. Por los laterales que quedan vación iremos rellenandolos con el tomate troceado y pondremos por encima del queso más oregano.
Meteremos en el horno durante 25-28 minutos de los cuales los últimos 5 minutos sólo con el grill.
Fuente: Gastronomía y cia versionada a mi estilo.
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